Cuando pedimos por otros, nos damos la oportunidad de desviar la atención de nuestras propias preocupaciones y necesidades y le permitimos a Dios y al universo encargarse de nuestros asuntos. Cuando pedimos por otros y ponemos todo nuestro amor en ello, ocurre el milagro del amor incondicional.
Hoy quiero compartir contigo una manera de darle fuerza a esa oración. Meditando me topé con esta forma de hacerlo y al realizarlo sentí un intenso deseo de compartirlo con ustedes.
Me di cuenta que al pedir o bendecir a otros de esta manera, estaba recibiendo aun más.
Como lo hago
Esta bendición es más bien una visualización que puede acompañar en tu petición por otros.
Visualiza a los demás en una hermosa luz rosada o dorada.
Visualízalos recibiendo una hermosa noticia. Míralos feliz y siente con ellos su felicidad y su libertad. Es muy importante que sientas esa felicidad como si fuera real, Que su felicidad y su libertad sean tuya también.
Deséales felices momentos de abundancia, amor y siente con ellos su gozo y el éxtasis de la libertad.
Pide para ellos la presencia de Dios en sus vidas y siente con ellos el amor incondicional y el calor de Dios que habita en cada espacio, célula y pensamiento.
Me gustaría que compartieras tu experiencia con esta visualización. En mi experiencia lo he realizado en situaciones de tensión y he visto como se ha transformado automáticamente las actitudes y la energía del lugar en un abrir y cerrar de ojos.
Por favor, siéntete libre de compartir tus pensamientos, anécdotas y preguntas en este espacio. Tu aportación tiene un gran valor para todos.Estoy disponible para contestar cualquier pregunta relacionada a este tema. Yo personalmente estaré respondiendo las preguntas a no más tardar de 24-48 horas. Si entiendes que tu pregunta es muy privada, puedes escribirme afranciscoivancorrea@gmail.com